La verdadera historia de los Hijos del Chimborazo [Ecuador]

La verdadera historia de los Hijos del Chimborazo [Ecuador]

Una de las leyendas más antiguas en el Ecuador y en especial en la sierra ecuatoriana es sobre los hijos del padre Chimborazo.

Esta historia relata la relación de la Madre Tungurahua y el taita Chimborazo, de como su furia se desató y el porqué de como inicio la vida de los verdaderos hijos del Chimborazo.

La historia dice que hace mucho tiempo, la madre Tungurahua le reprochaba a su esposo Chimborazo que no le pudiera dar hijos blancos como su padre, por lo que llena de enojo y a manera de represalia, siempre le escupía en la cara la ceniza y el lodo que hervía en su vientre, hasta que el padre Chimborazo con mucha dignidad, no quiso que su esposa le siguiera escupiendo.

Para evitar los reproches de la madre Tungurahua, cuenta la leyenda que hizo que una hermosa pastora pasara por sus faldas en persecución de una de sus ovejas perdidas, que el Padre Chimborazo dejó escapar por las breñas.

Y así fue ella a sus plantas, halló un hermoso frijolito de piel blanca.

Lo recogió cariñosamente y lo aprisionó en la cintura, entre la faja y su vientre maternal. Así se obró el prodigio del padre.

Se dice que desde ese momento el vientre de la bella joven se fue haciendo cada día más grande, mes a mes; hasta que en nueve lunas dió a luz a un hermoso bebé con la piel blanca y los cabellos dorados, como un Apu de la nieve y muy parecido al padre Chimborazo; el bebé se convirtió en el primogénito de éste.

Esta es una leyenda originaria de la sierra central de Ecuador, que la población indígena y mestiza de esta zona se tomaban muy enserio.

Se ha relatado de generación en generación, para que las mujeres tengan precauciones de quedarse a dormir u orinar dentro en las faldas del Taita Chimborazo, porque si algo de eso sucede entonces la mujer quedará embarazada.

Y al momento de dar a luz, los bebés nacen albinos, o sea piel blanca, cabello dorado y huesos de marfil, es por eso que este tipo de persona aman el clima frío y les hace daño el sol.